El mundo del rock está de luto: este martes 23 de julio falleció Ozzy Osbourne a los 76 años, según confirmó el medio británico The Mirror. La leyenda del heavy metal, exlíder de Black Sabbath, estaba afectado por el mal de Parkinson desde 2020 y su estado de salud se había deteriorado rápidamente en las últimas semanas. La familia del artista emitió un breve pero emotivo comunicado: “Con una tristeza indescriptible, informamos del fallecimiento de nuestro querido Ozzy Osbourne esta mañana. Estaba con su familia, rodeado de mucho amor”. Menos de un mes atrás, Ozzy se había despedido de los escenarios con un último show en su ciudad natal, Aston, acompañado por exmiembros de Black Sabbath. Sentado en una silla, interpretó cinco canciones y agradeció conmovido al público: “Es tan bueno estar en este escenario. No tienen idea”. A lo largo de los últimos años, el artista enfrentó múltiples problemas físicos, cirugías y caídas que agravaron su estado. Aun así, continuó activo hasta que su cuerpo dijo basta. Grandes figuras del rock como Metallica y Elton John le dedicaron sentidas despedidas en redes sociales. Elton lo definió como “un pionero y una de las personas más divertidas que conocí”. Ozzy, nacido en Birmingham, marcó un antes y un después en la historia del heavy metal desde que fundó Black Sabbath en 1968. Luego lanzó su carrera solista con himnos como “Crazy Train”, y también ganó fama masiva con el reality The Osbournes, en los años 2000. El rock pierde a una de sus figuras más icónicas, pero su legado quedará para siempre.